Un artículo publicado hoy en El Mundo nos advierte de la contracción del crédito hasta al menos el 2015.
El análisis del FMI sobre la economía española pasa por tres ejes. El primero, reforzar más el capital de los bancos. El segundo, mantener el actual ritmo de las reformas. El tercero, asumir que la crisis no ha terminado.
Según el FMI los préstamos de los bancos a las familias y a las empresas no financieras caerán un 2,7% el año que viene. Ésto revela que las condiciones de financiación van a seguir siendo muy duras para los españoles. Y, sin crédito, no hay reactivación.
Una de las advertencias del FMI se dirige a la Sareb - el banco malo que gestiona los activos inmobiliarios de los bancos -. Según el Fondo, la Sareb afronta un reto crítico debido a los deterioros de los créditos de los bancos y al declive de los precios inmobiliarios.
Los riesgos del saneamiento de los bancos coordinados por el sector publico no terminan ahí. El informe repite una de las recomendaciones más habituales del FMI a España: la necesidad de evitar conflictos de intereses, es decir, España debe ser particularmente cuidadosa a la hora de demostrar a los inversores internacionales que no se va a repetir la incestuosa convivencia entre poderes públicos y bancos de los años del ladrillo.
El FMI recomienda a los bancos españoles aumentar su solvencia. Para ello, en lugar de aconsejar más recortes de los créditos que agraven la crisis, pide más capital. O sea, prolongar a 2014 el límite a los dividendos impuesto por el Banco de España y aprovechar el buen momento de las bolsas para emitir acciones. Apoya la conversión de 71.000 millones de euros en activos fiscales diferidos en activos normales que computen de forma positiva dentro del balance del banco y aumenten su solvencia.
Quien tiene también un problema de balances es el Estado; a pesar de la mejoría del déficit, la deuda pública sigue siendo un problema cada día más grande y llegará en 2017 al 105,5% del PIB.
DATOS ESCALOFRIANTES
- Según datos del FMI, a finales del pasado mes de junio, los precios de la vivienda habían caído entre un 9% y un 12% en relación al mismo período del 2012.
- El estallido de la burbuja ha hecho que los créditos fallidos sigan creciendo, y que en agosto alcanzasen el 12,1% del total. Sin embargo, la morosidad se concentra en los préstamos a constructoras e inmobiliarias, no en las hipotecas.
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